Ese será, precisamente, el punto de reunión para el inicio de la ruta, por lo que bien se puede plantear como un fin de semana para conocer Ávila y sus alrededores, en donde se encuentra la Sierra de Gredos, si partimos desde Madrid o sus alrededores.
Esta es una ruta que se puede realizar en cualquier época del año, aunque evitando, en la medida de lo posible, las jornadas de más crudo invierno para no encontrarnos nieve en la calzada, y que tiene algo menos de doscientos kilómetros de recorrido.
Desde Ávila, tenemos que tomar la M-501 en dirección a Brunete y Villanueva de la Cañada para coger la M-521 camino de Quijorna y Fresnedillas de la Oliva, un pueblo éste de la Comunidad de Madrid en el que bien se pueden recuperar fuerzas con un merecido ágape con el que recuperar fuerzas para enfilar directos hacia la Sierra de Gredos.
Así que, ahora debemos tomar la M-532 una ruta con muchas curvas que nos llevará a emplazamientos como Zarzalejo y Robledo de Chavela, en donde debemos estar atentos para dirigirnos a la M-539 y cambiar a la provincia de Ávila.
Continuamos por una carretera plagada de curvas y unos parajes naturales de gran belleza por la AV-502, que nos llevará por Cebreros, muy cerca del cerro de Guisando y su célebre escultura de los “Toros de Guisando”, una obra de la Edad de Hierro que se encuentra en el término municipal de El Tiemblo.
Cruzamos el puente del Pantano de Burguillo y tras pasar El Barraco y Hoyo Casero nos encaminamos a las Cuevas del Valle, en plena Sierra de Gredos, en la zona este del paraje, y punto válido para comer muy a gusto y comenzar la ruta de regreso.
En nuestro retorno atravesaremos localidades como San Esteban del Valle, Pedro Bernardo o Piedralaves camino de Cadalso de los Vidrios, Navalcarnero o Sevilla la Nueva, en dirección a nuestros lugares de residencia.