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null Reportaje Ace BCN

Ton - up Boys en BCN

Los grasientos (greasers) son los chicos que galopan sobre sus café racers, los llamados rockers. En argot inglés son los Ton-Up Boys, término procedente de llegar al límite de 100 millas por hora (166km/h, para los métricos). Texto: Nacho Mahou

La cultura “café racer” ocupa un lugar muy importante en el universo de las motos. Se desarrolló en la década de los 50 y 60 en las áreas urbanas de Inglaterra; las monturas utilizadas: pura sangres británicas; su fin: correr al límite.

 

¿Dónde? en las calles húmedas de la Blanca Albión.

¿Cuándo? de noche, menos tráfico urbano.

¿Desde dónde? desde un cafetería a otra, los únicos establecimientos abiertos a esas horas y frecuentado por camioneros y viajantes.

 

Tras estos datos ya estamos ubicados. El porqué de las motos británicas casi exclusivamente (alguna BMW…) se explica porque la moto japonesa no había llegado a su auge en el mercado europeo.

 

¿Y qué es una moto Café Racer? Una unidad mejorada y preparada para correr, trazar y frenar. Los semimanillares y estribos retrasados ayudan a usarlas con una postura aerodinámica. Aligerada de todos los elementos prescindibles como guardabarros, piezas cromadas, asientos gordos, intermitentes, colectores y listas para correr.

 

Sus usuarios se pertrechan con ropa adecuada: chaqueta de cuero (modelo Perfecto), que identifica al usuario con rótulos de la marca de su moto, lemas adecuados (Death or Glory, muerte o gloria), nombres de su club (59 of course) y el eterno bordado de “Rockers”.

 

 

El cuero en su versión negra eclipsa otros colores y sirve de pizarra o lienzo para los mensajes del dorso. Se plasman con pintura blanca o se forma con pequeños puntos, que de cerca se comprueba que son chinchetas, remaches, pinchos y cadenas.

 

Otros elementos que acompañan la parafernalia son parches y chapas, relacionados con lo anteriormente citado y con el rock and roll primitivo, el de aquellos años, claro.

 

Y es que el ”r’n’r” tiene un gran nicho en todo esto. Los cascos abiertos, gafas de piloto aéreo para evitar las lágrimas, pañuelo de seda para proteger del frío el gaznate, jersey de lana (blanco) y unas botas de cuero y altas, impermeables, completan el “uniforme”.

 

Las carreras no se miden por un prosaico cronómetro, sino por la duración de la canción. La belleza de la música y el motor unidos. El rock llega a la Isla por sus puertos comerciales desde USA y se acomoda en las grandes ciudades: Londres, Birmingham, Manchester, Liverpool...

 

Artistas como Elvis Presley, Jerry Lee Lewis, Eddy Cochran, Cliff Richards, Crazy Cavan...

 

Ya tenemos la mezcla adecuada de rock, cuero y motos y había que juntarse a compartir sobre este mundillo. Por eso aparecen los Cafés. Los muchachos (de menos de 21 años) no beben, ni fuman marihuana y en estos locales de nombres disparatados (The Busy Bee, Nightingale o "Johnson´s…) daban rienda suelta a su afición.

 

Por entonces, los pilotos ingleses del mundial de motociclismo (John Surtees, Geoff Duke, Mike Hailwood) destacaban junto a Agostini en los cercanos trazados de Mallory Park, Brands Hatch, Donnington Park o en la Isla de Man y alimentaban las conversaciones y los ánimos para ser el más rápido por las empedradas calles de su ciudad.

 

Sobre sus Norton, Triumph, Matchlesses, Ariel, Royal Enfield, Velocette o B.S.A. volaban desde un Café a otro, mientras sonaban las notas importadas de USA o procedentes de artistas locales como Crazy Cavan.

 

Lo bueno no dura para siempre y la irrupción de las motos japonesas en el mercado europeo aniquiló el mercado indígena y por lo tanto el movimiento Café Racer.

 

También se llevó al traste los Cafés, siendo el más afamado (Ace Café de la North Circular) cerrado en 1969.

 

La cultura Rocker quedó latente en las manos grasientas de los más entusiastas y como no hay mal que 100 años dure, surgió de nuevo. Una de las personas más influyente fue Mark Wilsmore, al que tuve la fortuna de entrevistar en 2007. Nos explicaba que se seguían manteniendo reuniones en el área del Ace Café, hasta que en 1997 fue adquirido el antiguo local para ser reabierto con gran éxito en 2001 con el nombre de Ace Café London. Fue una tremenda agitación; el lugar hoy en día es un punto de encuentro para los motoristas (y aficionados a los coches con glamour), con eventos casi a diario.

 

Tal fue la acogida del Ace Café London que pronto llegaron las franquicias que se abrieron por todo el mundo. En 2011 se abrió el Ace Café Lahti de Finlandia, en 2015, el Ace Café Lucerna (Suiza) y Ace Café Pekín (China). Por fin, en 2017, se inauguró el primer Ace de España: Ace Café Barcelona y el Ace Café Orlando en USA.

 

El Ace Café Barcelona en un local situado estratégicamente a 300 metros de la Feria de BCN, afamada por sus eventos. Su área abarca casi 5.000 m2 (incluyendo un gran y necesario aparcamiento). Mantiene la esencia del Ace Café de Londres, pero solo la esencia. La grasa no se encuentra en las postrimerías de las motos aparcadas. Solo la percibirás en los huevos estrellados (mala opción para un motorista), butifarra o hamburguesas. Es un lugar de encuentro para los aficionados al mundo de las ruedas, sean de dos o cuatro.

 

La vinculación de Barcelona es más que notable en lo referente al motor, en competición (Circuito de Montjuic, Circuito de Pedralbes, ya operativos en los añorados 50); o de la industria (Ebro, Seat, Salón Internacional del Automóvil de Barcelona, Hispano-Suiza, Avia, y como no, motocicletas: Montesa, Bultaco, Derbi, Sanglas, Patria,  Alpha,  Ducson, Cremsa y otras marcas arrasadas por el olvido y el abandono oficial.

 

Estos datos aseguran la presencia de entusiastas en el Ace Café Barcelona aunque no sean mayoritariamente de aspecto rudo, de patillas, tupé, chaqueta de cuero sembrada de tachuelas. Ni están envueltos en el eterno sonido de “R’N’R”. Eso sí, los conciertos “vintage” se ofrecen en las instalaciones del nuevo local ocasionalmente.

 

El Ace Cafe Barcelona se encuentra en la calle Ciencias de Hospitalet, a escasos metros de La Feria de Barcelona. Los eventos de motor son su fuerte y puedes ponerte en contacto con ellos para organizar uno o crear un punto de encuentro para una reunión: info@acecafebarcelona.com

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