En un campeonato de veinte pruebas y en un deporte como el motocross en el que la pista iguala las condiciones e imparte justicia a lo largo del año con una leyenda tan manida como conocida que destaca que ‘Lo que hoy te da, mañana te lo quita’, el esloveno Tim

Gajser (Honda) que era líder del campeonato del mundo desde la octava prueba, en Italia, cuando Jorge Prado dejó la segunda manga en blanco tras ser embestido por otro piloto en la segunda curva del circuito, perdió en China su condición de líder ante un pletórico Prado.

           El gallego tuvo que remar a contracorriente para ir reduciendo poco a poco esa brecha que se produjo en Italia, hasta que China decidió impartir justicia y devolverle a Jorge Prado esos puntos perdidos en forma de infortunio para su rival, a quien dos caídas y una avería obligaron a dejarse un buen saco de puntos.

           Y mientras el líder perdía su placa roja, Prado hizo sus deberes para ganar un nuevo gran premio, el 48 en su carrera deportiva y plantarse en la última cita del año como claro favorito a revalidar su título.

           La amenaza de viento y lluvias torrenciales provocadas por la llegada de un tifón obligaron a la organización a adelantar el programa y compactar todo el gran premio en unas horas, lo que añadía mucha más épica a la cita y, aunque con los paraguas preparados, las temperaturas resultaron altísimas y las condiciones fueron extremadamente duras para los pilotos que tenían que hacer una jornada intensiva con un calor húmedo insoportable.

           En las previsiones matemáticas iniciales también podía afectar la modificación del programa porque se eliminaba la manga clasificatoria, algo que podía perjudicar al piloto español, que perdía una de sus últimas seis oportunidades para recortar la desventaja inicial.            Jorge Prado no solo no se amedrentó, sino que se creció, marcó la ‘pole position’ en la última vuelta de los cronos y salió con toda el hambre del mundo en la manga inicial.

           Mientras Prado seguía al suizo Jeremy Seewer (Kawasaki) y el español Rubén Fernández (Honda), que se adelantaban en los primeros compases, Tim Gajser intentaba arreglar una mala salida y chocaba con el neerlandés Glenn Coldenhoff (Fantic).

           El golpe de teatro enviaba al esloveno a las últimas posiciones de carrera desde donde iniciaba una remontada que sólo pudo llevarle hasta la duodécima plaza, cuando volvió a caer al tocarse esta vez con el italiano Andrea Bonacorsi (Yamaha).

           En la caída, la Honda quedaba dañada en uno de sus estribos reposapiés obligando a Gajser a parar en ‘boxes’ y terminar la carrera a ritmo lento en decimoséptima posición.

           Ajeno a esta circunstancia, Jorge Prado luchó y arriesgó para pasar a Seewer y Fernández y sólo se vio superado por el francés Romain Febvre (Kawasaki) que sería el ganador de la manga.

           El objetivo a largo plazo se había conseguido a corto, y en una sola manga el lucense pasaba de estar 14 puntos por detrás a recuperar el liderato con cuatro puntos de ventaja, un motivo de satisfacción por el que posteriormente señaló que "ha sido una gran manga, aunque

muy dura, he gastado mucha energía para pasar de Seewer y Rubén y luego ya no he podido con Febvre, pero es un gran resultado que me permite recuperar el liderato. Yo perdí 25 puntos por una caída así en Italia y hoy le ha tocado a Tim, es duro, pero el motocross tiene esas cosas".

           Con el optimismo de haber dado un gran paso adelante, Jorge Prado se concentró en hacer el ‘holeshot’ de la segunda manga (lleva dieciséis a lo largo de la temporada) y hacer una carrera perfecta para ganar el gran premio. Con ritmo imparable, con frialdad ante el empuje de su rival y con una solidez a prueba de bombas, Prado se vació de tal manera en los 35 minutos de manga, que apenas tuvo fuerzas para subir al podio, totalmente exhausto y mareado.

           Había sido una de sus carreras más completas y felices, pero sin duda una de las más duras de su vida, con apenas unos minutos para descansar entre mangas y teniendo que darlo todo para defender sus opciones al título en unas condiciones atmosféricas extremas, pero valió la pena porque esta dura prueba deja al piloto español con 943 puntos, frente a los 936 de

Gajser, lo que le sitúa como el gran favorito para la última cita del Mundial.

           Por su parte Rubén Fernández hizo también una gran carrera, peleando en las primeras posiciones durante ambas mangas y rozando su primer podio del año.

           En la carrera de MX2 el belga Lucas Coenen (Husqvarna) logró la victoria con otro

contundente doblete, pero su compañero de equipo, el neerlandés Kay de Wolf, terminó segundo, con lo cual deja el título mundial visto para sentencia.

                    El único español presente, David Braceras, solo pudo terminar la primera manga en la que fue undécimo.