Mientras frenas y una vez que lo hayas hecho por completo, debes estar muy atento a tus retrovisores para ver qué es lo que hacen los vehículos que van por detrás, pues siempre hay despistados que no adoptan las mismas medidas de precaución y se ven sorprendidos por la situación. Si tienes la más mínima duda sobre las intenciones de esos vehículos, avanza entre los coches hasta que veas la situación controlada y, aunque se complique la situación, no te olvides de mirar a ambos lados para intentar anticiparte a una puerta abierta de algún curioso.
Cuando el tráfico rodado se intensifica, hay que hacer lo mismo con nuestra percepción de la situación. Debemos estar muy atento y vigilantes para evitar que el despiste de otros nos pille a nosotros en medio.